Incompleto

No estaba en mis planes conocerte.

Simplemente chocaste con mi mundo.

Y me dejaste desorientada.

Y esa noche las estrellas no me parecieron las mismas, nada me pareció lo mismo.

Y tú estabas en medio, observando desde la luna.

Y yo seguía sin dormir.

Pensando, simplemente.

Ahora en estos tiempos más revueltos, no sabría decir con exactitud si fue bueno o malo conocerte. Aun hay dudas arremolinándose entremedio de mis pensamientos. Y no he vuelto a verte.

Fueron tan solo tres días en que ya nada era igual.

Y aun puedo recordarte nítidamente.

Luna

Creciente, menguante,

Nueva y llena, tu,

Que los mares te rinden tributo,

Y tú nos guías los pasos,

Silenciosa y única.

Que en la oscuridad, tu,

Escondes tu rostro de plata

Y cansancio,

Por vagar de extremo a extremo

En el muelle del tiempo.

A un sauce

¿Qué penas escondes en tus ramas?

Tu, que tocas los cielos y tocas los suelos.

Que tocas la tierra y tocas las aguas.

Simples hojas entrelazadas en magnificas trenzas

Forman tu abultada y larga cabellera.

Y tú tronco y tus ramas nos imponen

Tu altura y grandeza.

Frágiles flores se revelan a tus pies

Y las mariposas adornan tu existir.

¿De dónde vienen las penas que lloras?

¿Son tuyas o las pides prestadas a algún soñador?

Deja caer tu dulce ramaje

Para que lo peine el viento y lo mime el sol.

Y recuerda guardar un lugarcito

Para los nidos de esas aves,

En tu sincero peinado.